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El Penedès y Torrelavit

 

Colinas, pequeños bosques de pinos y encinas. La mano del hombre está presente a través de los márgenes de piedra seca, de las barracas de viña, pero sobre todo de los viñedos. El Penedès es un mar de vides a menudo salpicado por almendros, algarrobos y olivos. Masías y bodegas dan testimonio de la importancia que la viña y el vino tienen en esta tierra.

Un paisaje que cambia con el paso de las estaciones, que nunca es igual y que siempre sorprende. Una invitación a emocionarse, a disfrutar de las vistas, pero también de los olores y, evidentemente, de los sabores de un buen vino.

El Penedès está tan vinculado al secano, que el agua pasa casi desapercibida. Aun así, los ríos han sido decisivos en la configuración de su paisaje.

Un paisaje que cambia con el paso de las estaciones, que nunca es igual y que siempre sorprende.